domingo, 20 de septiembre de 2009

¿Cuestión de Honor?

Leo hoy en el periódico que Italia está conmocionada, ¿y eso? leo más, resulta que un padre marroquí degolló a su hija musulmana porque se fue a vivir con su novio católico. Qué casualidad, pienso, que hace unos días estuve hablando del tema del honor con unos amigos árabes de aquí de Jerusalén y recuerdo que entonces, tras aquella conversación, tardé varios días en hacer la digestión mental de lo escandalizada que me dejó.

La tragedia de la pobre Sanaa, esta chica de 18 años, hace que vuelvan a mi cabeza las últimas frases de mi amigo E., de 25 años. "Si mi hermana hiciera algo que deshonrara a mi familia, como escaparse con su novio o algo así, no dudaría en matarla, aunque la quiera mucho". Ni qué decir tiene que aquella conversación no acabó en buenos términos, sobre todo por el chasco que me llevé al ver que mi amigo árabe de ideas más liberales era capaz de soltar tales barbaridades completamente en serio.

Pero desilusiones a parte, recuerdo que aquel día fue un punto de inflexión. Sobre todo cuando el amigo de E., que también estaba allí en ese momento, y que está casado y con hijos, abrió la boca para decir lo siguiente: "Lo mismo haría yo si mis hijas tuvieran un comportamiento que yo no aprobara".
Se me cayó el alma a los pies. No es lo mismo que la gente te hable de tales costumbres estando en el salón de tu casa tranquilamente viendo la televisión y comentando que qué cosas pasan en el mundo, a que te lo diga alguien a quien conoces, aprecias y has visto relacionarse con su entorno con total normalidad.
Y aquí es donde se hizo la luz, al ver que no se puede subestimar la cultura a la que uno pertenece, porque quieras o no siempre va a marcar la pauta de la concepción del mundo que se tenga. Diferentes culturas no significa que deba haber barreras entre ellas, no. Seguiremos siendo amigos, por supuesto. Pero cuando he leído el periódico esta tarde y he constatado que la noticia que tanto ha conmocionado a Italia a mi ni siquiera me ha sorprendido, eso me ha hecho pensar. El tema de aplicar las costumbres de uno, en países que no son los de uno, eso sí que es un problema y grande al que vamos a acabar teniendo que enfrentarnos en Europa dentro de poco.

viernes, 18 de septiembre de 2009

ראש השנה AÑO NUEVO

Año 5770. Para ellos el Mesías aún no ha llegado. Los herederos de aquellos hombres que pasaron a la historia por ser los primeros monoteístas todavía esperan ansiosos. Pero no importa porque la promesa que Yahvé hizo a Abraham desafía el paso del tiempo.

"Te haré fecundo sobremanera, te convertiré en pueblos y reyes saldrán de ti. Estableceré mi alianza entre nosotros dos, y también con tu descendencia, de generación en generación: una alianza eterna, de ser yo tu Dios y el de tu posteridad."
Génesis 17, 6-8


Y es precisamente esa posteridad, que hoy representan alrededor de 13 millones de personas, la que 5770 años después de esta promesa, sigue aguardando esperanzada. Hoy empieza el nuevo año para el pueblo judío. A ver si hay suerte. שנה טובה

domingo, 6 de septiembre de 2009

Eres cristiana? Nos ayudas?

- Perdona, pero he visto que llevas una cruz en el cuello, así que no debes ser judía. Eres cristiana? Nos ayudas?
Mi amiga S. se queda parada delante de la mujer que acuna un bebé en los brazos y le mira sin comprender. La mujer, de pie a la entrada de una casa, vuelve a mirar el pequeño crucifijo y le repite la pregunta. Nos ayudas? S. no habla hebreo, es árabe cristiana, y está perpleja porque no acaba de comprender lo que pasa.
- Sí somos cristianas, necesitáis algo?- le pregunto.
-Sí, ayuda con la electricidad, espera un momento- me dice y se pone a hablar con otra mujer que esperaba a lo alto de la escalera, con otro bebé en los brazos y por lo menos conté 4 niñas pequeñas alrededor.
Le explica que nosotras podemos ayudarle porque no somos judías y parece acceder.
Llevan la cabeza tapada con pashminas anudadas en forma de moño bajo así que son judías religiosas.
Sumo dos y dos. Estamos en Shabbat, así que ellas no pueden hacer mucho más que descansar, leer y pasear. Nada de crear energía, eso incluye encender y apagar cualquier aparato eléctrico, usar el teléfono, ordenador, coche..etc. Me despido de mi amiga, todavía con los ojos como platos y le explico que necesitan ayuda y que ya me quedo yo.
- Estás segura de que no eres judía?- me pregunta la mujer de la calle.
- Sí, soy cristiana así que no se preocupe- le contesto.
Me abre la valla de fuera y me señala las escaleras, arriba me espera la otra mujer. La sigo dentro de la casa. Más niños pequeños correteando. Atravesamos un pasillo tras el que la mujer se para y me señala el panel de electricidad. Entonces comprendo, se les habían saltado los plomos. La casa entera está a oscuras, no puedo evitar pensar en la de tiempo que llevarán así, sin luz. Seguramente toda la tarde.

Normalmente, ya desde el viernes antes de que empiece el shabbat, los religiosos dejan las luces encendidas de la casa para no tener que tocar nada hasta que se acabe el día de descanso. A esta mujer se le había ido la luz y no podía volver a encenderla ni ella ni sus hijos porque violarían una de las normas del Shabbat y eso ni se contempla.

Empiezo a señalar interruptores para ver cuál quiere que suba. Uno tras otro me va negando con la cabeza hasta que doy con el indicado. Asiente con cara de alivio. Lo enciendo y vuelve la luz a la casa. Gracias, me sonríe.

sábado, 4 de julio de 2009

La Guerra del Shabbat continúa

Foto tomada de Ynetnews.com/ Haredim durante las manifestaciones en Jerusalén

4 de Julio de 2009

Llego a la ciudad antigua, cando mi bici a la farola de siempre y mientras apago la música de mi MP3 empiezo a escuchar gritos de hombres, "Shabbat, shabbat, shabbat!!!!". Me giro y veo a varias decenas de Haredim (Ultraortodoxos judíos) asomados a la barandilla que hay enfrente de la puerta de Jaffa, una de las siete puertas de la ciudad vieja. Todos miran hacia abajo, de dónde llegan los gritos. Me uno a la multitud y cuál es mi sorpresa cuando veo en la acera de debajo, a la entrada de un Parking, a un grupo de Haredim enfurecidos, a voz en grito y rodeados de policías. Estos últimos formando una cadena contienen al grupo de ultraortodoxos judíos. De repente, vemos como un coche que se acerca para entrar en el parking. En ese momento, los hombres empiezan a gritar todavía más fuerte y a empujar a los policías para intentar golpear el coche que está entrando en el parking.
Entonces comprendo por fin, la guerra del Shabbat continúa. Hace ya casi un mes que el alcalde de Jerusalén decidió dejar abierto un parking público durante las horas del Shabbat, desatando así un caos completo en la ciudad entre Ultraortodoxos y fuerzas de seguridad. Desde que se aprobó esta medida, los encontronazos violentos no han cesado.

"Están dejando abierto un parking en shabbat en medio de la ciudad más religiosa del mundo, y el parking está entre Mea Shearim (barrio ultraortodoxo judío) y la ciudad antigua, donde está el muro de las lamentaciones. Esto no está bien", me explica completamente exasperado un chico también judío religioso que presencia la escena a mi lado. Le pregunto por qué no baja abajo a unirse al resto de Haredim protestando. "No, no. Es peligroso, te puede golpear la policía". Y no le falta razón, la semana pasada los periódicos locales no hablaban de otra cosa, las manifestaciones violentas dejaron varios heridos en los dos lados, tanto policías y periodistas como ultraortodoxos que protestaban.

Otro judío, que contempla lo que ocurre indignado, me explica que los ultraortodoxos quieren hacer una muestra de fuerza y presencia con estas protestas. "No tienen suficiente con la situación normal en Jerusalén, necesitan más acción", dice con sarcasmo.
El tema se ha convertido en un quebradero de cabeza y por supuesto, en portada de los diarios nacionales. En Ynet, diario por internet, lo contaban así:

"Thousands of haredim hit Jerusalem's streets Saturday to violently protest against the decision to open a disputed parking lot on Shabbat. Demonstrators repeatedly attempted to lie down on the main road leading to the Karta parking lot. The Orthodox rioters were directing harsh derogatory terms at security officers, including "Nazis" and "anti-Semites".
Some protestors yelled at police: "We overcame the Nazis, and we shall overcome you too," while others chanted "you will burn in hell; the haredim will stick around."


La situación con los ultraortodoxos en Israel es bastante delicada de por sí. El tema de los parkings operativos en shabbat no hecho más que avivar un conflicto que siempre ha estado ahí. La cuestión religiosa/secular.

Ya volviendo a mi casa por la noche, paso por un barrio ultraortodoxo. Las calles llenas de objetos por el suelo, basura, bolsas en llamas en medio de la carretera y todo el vecindario en la calle, niños, padres y jóvenes. Hay policía en la entrada y en la salida de las calles principales. Me paro un momento y pregunto a un grupo de niñas ultraortodoxas. Son unas doce chicas de entre trece y catorce años, no más. "Manifestación", me dicen al unísono y señalan todos los objetos esparcidos por la carretera.
Pues sí que ha sido un Shabbat movidito otra vez.

Benedicto XVI en Tierra Santa

Mayo 2009


Corto pero intenso. Así definiría el viaje del Papa a Tierra Santa. Hace mucho que tenía este post preparado para subirlo al blog pero hasta hoy no ha sido posible. No importa, la experiencia fue tan apasionante que merece la pena escucharla aunque haya pasado el tiempo.
Como dije, los días previos a la llegada de Benedicto XVI arreciaron las críticas sin fundamento. Pero durante esos 4 días en Jerusalén, Belén y Nazareth, se respiró un aire especial. Tuve la gran suerte de poder estar en las tres celebraciones y solamente puedo decir que el ambiente estuvo cargado de alegría, esperanza y mucha ilusión, sobre todo por parte de los árabes, que no pararon de repetirme lo orgullosos que se sentían de tener al Papa en su tierra.
Ver a israelís, palestinos, europeos, asiáticos, americanos y australianos compartir la misma alegría, unidos en la Fe en Tierra Santa, no tiene precio.

"¿Cómo crees que puede esta visita de Su Santidad cambiar la situación en Palestina?", me preguntaba una periodista durante la misa en frente de Getsemaní, en Jerusalén. Si esperan cambios inmediatos y políticos en 4 días, que sigan esperando, porque el Papa no viene a Tierra Santa con una varita mágica para hacerles a todos firmar un acuerdo de Paz. Benedicto XVI vino como mensajero de paz, Paz con mayúscula, la paz de Dios, la paz interior. Trajo el mensaje de Amor de los cristianos y punto. Los cambios que este mensaje produce van por dentro, llegan al corazón de la gente. Y que queréis que os diga, no puede haber uno sin el otro. Esa esperanza, ese sosiego que transmite el mensaje cristiano es exactamente de lo que me hablaban las familias árabes cristianas que se sentaron a mi lado en la misa de Jerusalén y en la de Nazareth. Escuchar y ver al Papa tan de cerca dirigirse a los cristianos de Tierra Santa, animarles a abrazar la cultura del perdón y asegurarles que reza por todos ellos, es algo que les llenó de alegría. Las familias que tenía alrededor no podían estar más contentas.

A otro nivel, el Papa se reunió con todos los líderes religiosos en Jerusalén, en una conferencia sin precedentes. Vimos los videos que se publicaron después en el que Benedicto XVI sosteniendo a un lado la mano del líder religioso judío y en la otra al líder religioso musulmán sonreía al compás de la canción que dice Shalom, Salam (paz en hebreo y árabe) que empezaron a cantar los demás líderes religiosos de la sala.
Una amiga que trabaja en una organización no gubernamental por la paz, me dijo muy seria que era la primera vez que veía tal cosa. "Llevamos mucho tiempo intentando que esos dos líderes religiosos (judío y musulmán) se reúnan y hablen juntos pero ha sido imposible", me comentaba contenta de ver cómo la presencia del Papa había convertido lo imposible en historia.

lunes, 11 de mayo de 2009

Criticar por criticar no lleva a ningún lado

El Papa está aquí, en Tierra Santa desde este mediodía. Osea, ni 24 horas en suelo israelí y ya le han llovido críticas de unos y otros. Bravo. Bravo por toda esa gente que se dedica a criticar por criticar, porque os juro que llevo todo el día siguiendo los movimientos del Papa, bien en los medios nacionales e internacionales o bien, yendo a recibirle aquí al lado de donde vivo que es donde ha aterrizado su helicóptero, y el Santo Padre no ha hecho otra cosa que dedicarse a los demás. Yo cada vez que abro un periódico y veo cómo todos están analizando con lupa cada coma y cada punto de los discursos del Papa, para que en el menor descuido le den la vuelta a lo que ha dicho...vamos, qué bajeza y qué ignorancia.
Parece mentira que estando en Tierra Santa, la ironía sea que venga aquí el sucesor de San Pedro lleno de esperanza y deseo de reconciliación y lo reciban así, criticando cada movimiento. Llevo todo el día oyendo a israelíes quejándose de que las calles se han cortado, el tráfico se ha interrumpido...blablabla. Mira, llevo aquí casi un año ya y vamos, os aseguro que cada Shabbat se colapsa todo tanto o más, lo mismo que cada vez que hay que reforzar la seguridad por líederes políticos. Y si por una vez que viene el Papa, que precisamente está evitando involucrarse en política y centrándose en hacer sus discursos basados en defender los valores esenciales de las personas, le van a criticar así, pues es que ya son ganas de tocar las pelotas.
Que si va a ir a visitar el Campo de Refugiados de Aida mañana, y entonces a Israel le parece fatal. O que si no condena públicamente los ataques a Gaza, entonces a los Palestinos les parece una ofensa tremenda.
Lo primero que ha dicho al pisar suelo Israelí ha sido condenar el anti semitismo de forma clarísima y rotunda. Bien, ya ha habido algunos a los que no les ha parecido suficiente y solo sacan la conclusión de que el Papa alemán Nazi por aquí y el Papa por allá.
Lo segundo, tras el discurso que ha dado en Yad Vashem, en el que ha reiterado que no se puede negar el Holocausto, a mí me ha quedado muy clara la intención del Papa, reconciliación con los judíos, a quienes respeta. Ok, pues transcribo aquí unas frases del discurso. "May the names of the victims never perish and may their suffering never be denied, belittled or forgotten". "May all the people of goodwill remain vigilant in rooting out from the heart of man anything that could lead to tragedies such as this". Ha quedado claro, ¿no? Que le parece una atrocidad y que no se puede negar el Holocausto y que no podemos dejar que vuelva a pasar. Bien, pues todavía un rabino estupendo ha declarado que claro, que el Papa no ha mostrado ninguna intención de pedir perdón, me pregunto yo por qué cosa debería pedir perdón, si ya lo hizo Juan Pablo II cuando vino en el 2000 y aún así. Y es que lo voy a copiar aquí (la fuente es el diario nacional haaretz.com) porque es digno de ser leído:

The Chairman of Yad Vashem council, Rabbi Yisrael Meir Lau, expressed disappointment at the pope's speech, saying that "there certainly was no apology expressed here." The German-born pope made a moving speech, he said, but added: "Something was missing. There was no mention of the Germans or the Nazis who participated in the butchery, nor a word of regret." Nor was there an "expression of empathy with the sorrow." Lau also criticized the pope for not specifically saying six million Jews were killed.

Este mismo rabino Yisrael Meir Lau, ha dicho que bueno, que no es lo mismo la palabra "matar" que "asesinar" en referencia al discurso del Papa en Yad Vashem, el Museo del Holocausto. Lo vuelvo a copiar, esta vez de Al-Jazeera:

Rabbi Israel Meir Lau, chairman of Yad Vashem's board of directors and a former chief rabbi of Israel, said he found the speech lacking.There is a clear difference between 'killed' and 'murdered. There is a difference between saying millions in the Holocaust and saying six million. The word six was not said,'' he told Israel TV.

Again, el Papa solamente haciendo esfuerzos por la reconciliación y por intentar construir la Paz con base en lo que tenemos en común las tres religiones monoteístas en Jerusalén y no en lo que nos diferencia, y nada, algunos sectores de la sociedad judía buscándole 5 pies al gato. Que así sí que llegaremos a algún lado, no?

Y bueno, ya el colmo ha sido esta tarde, durante la reunión con los distintos líderes religiosos, cuando el Sheikh Taysir al-Tamimi, líder religioso palestino, interrumpió el duiscurso del Papa para denunciar al Estado de Israel por sus crímenes. Este párrafo está sacado del haaretz.com, de nuevo y son las palabras del Sheikh:

"Israel destroyed our home, exiled our people, built settlements, ruined the Muslim holy sites, and slaughtered women, children and senior citizens in Gaza". Addressing the pope at the end of his six-minute address, he said: "Your Holiness, I call on you in the name of the one God, to condemn these crimes and press the Israeli government to halt its aggression against the Palestinian people."

Vamos, que si se mete en política, horror, se ha metido en política. Y si no lo hace, horror, hay que criticarle porque no está criticando demasiado. Pero es que lo que la gente no entiende es que la única base sobre la que se puede construir una Tierra Santa en paz es sobre la cultura del perdón. Tanto unos como otros. Y el Papa solamente intenta dar ejemplo y explicar esta realidad, que solamente mediante la reconciliación se puede aguardar esperanza de futuro.

Menos mal que mañana es la misa con el Papa en Getsemaní y se esperan alrededor de 5000 personas venidas de todas partes. Muchos desde España, al parecer. Así que será la ocasión perfecta para experimentar y vivir el mensaje del Papa y a toda la Comunidad Cristiana de Tierra Santa apoyándole.

domingo, 10 de mayo de 2009

Military Ceremony





El otro día estuve en una ceremonia militar en la plaza del Muro de las Lamentaciones. La verdad es que acabé yendo de casualidad, una amiga israelí tiene un amigo que está ahora en el ejército y me pidió que la acompañara. Cuando atravesábamos el barrio judío de la Ciudad Antigua, siguiendo la marea de gente ya llegando a la explanada del Muro, recuerdo que pensé que bueno, que me apetecía quedarme a ver la ceremonia pero que fijo que no era para tanto. Que poco sabía lo mucho que me iba a afectar.
En Israel ir al ejército no es una opción, es una obligación. Es una experiencia que forma parte de tu vida sí o sí. En cuanto cumplen los 18 y terminan el colegio, les llaman a filas y nada, a cumplir con su deber. Para los hombres son 3 años de servicio y para las mujeres son 2 años. Aunque luego siguen yendo varias veces al año para refrescar y por supuesto, cada vez que hay guerra, miles de estudiantes universitarios aparcan los libros y sacan el uniforme. Es algo que forma parte de la identidad israelí. De hecho más de una vez he presenciado conversaciones en las que después del ¿cómo te llamas? y ¿de dónde eres? le sigue la pregunta del millón, ¿dónde servías durante tu tiempo en el ejército?
Muy por delante del ¿qué estudias? típico de los paises occidentales, en Israel preguntan por lo que hicieron mientras cumplían el servicio militar.
Cuando por fin entramos en la explanada del Muro de las Lamentaciones, allí no cabía un alfiler. Solemnidad, alegría, orgullo, expectación, juventud, y quizás, ¿miedo? Una mezcla de sentimientos flotaba en el ambiente ya de por sí cargado de emoción. Varias decenas de soldados en formación juran esta noche lealtad a su país y empiezan el servicio militar. Se oyen canciones y gente hablando a gritos al mismo tiempo que una voz de hombre explica por un megáfono cómo va a transcurrir la ceremonia. Comienza el acto y se hace el silencio inmediatamente. Se leen varios textos de la Biblia, algún discurso de un alto mando militar y al fin, el juramento. "Por la justicia,(...) defender mi país (...) sacrificar mi vida". Estas tres frases hacen que se me hiele la sangre. ¿Cuántos de estos chicos sobrevivirán la próxima guerra? No puedo evitar hacerme esta pregunta mientras, subida en una silla, escaneo con la mirada a todos esos soldados llenos de ganas e ilusión por servir a su país, por defender a sus familias. Porque me doy cuenta de que en Israel, cuando juran lealtad y servicio a su país "sacrificando su vida", realmente estamos hablando de eso. Llevan en guerra 61 años, desde su creación, así que la posibilidad de morir durante una Operación Militar es bastante alta. Mientras les veo acercarse uno por uno a recibir su metralleta y su Biblia, recuerdo las palabras del discurso del rabino hace pocos minutos, cuando decía que la historia del pueblo de Israel está ligada a la defensa militar y que los Grandes de la Torá no sólo fueron hombres de Dios sino que también fueron grandes líderes militares. De fondo, salmos cantados, y a mi lado, una madre que no puede contener el llanto me comenta que se siente muy orgullosa de su hijo.

martes, 5 de mayo de 2009

"If I thought this table was mine and someone took it away by force, well, I would still think it's mine"

Atardecer. Se ve el mar desde el "Falafel place" donde estamos cenando. El restaurante está lleno y no porque haya mucha gente sino porque es pequeño y los veintitantos estudiantes de la Uni que estamos allí bastamos para que el lugar esté a rebosar y parezca un día de fiesta. Hace calor, varios árabes sentados fuera dejan de lado sus conversaciones para enterarse de lo que pasa dentro. La estampa es la siguiente: Todas las mesas llenas y en medio, de pie y golpeando una de ellas, un hombre de unos sesenta años, árabe israelí, fuerte y de buena presencia.

"If I thought this table was mine and someone took it from me by force I would still think that the table is mine", nos traduce una compañera palestina. En una frase acaba de resumir una parte del conflicto. Yussuf, que es el padre del dueño del restaurante, vuelve a golpear la mesa y a repetir lo mismo en árabe. Quiere que entendamos. Él es árabe israelí, no palestino, pero siente impotencia ante el hecho de que la creación del Esatado de Israel significó que cientos de pueblos árabes desaparecieron bajo escombros y miles de habitantes se convirtieron en refugiados. Nos dice que es difícil posicionarse a un lado u otro dentro del marco del conflicto. Las cosas no son blancas o negras y muchas veces los detalles de cada experiencia personal son los que marcan la diferencia.
Las ruinas de antiguos pueblos árabes forman parte del paisaje de Israel y es la única prueba material de que esa tierra era suya cuando tuvieron que irse durante la guerra del 48.

Estoy con mi clase en una "field trip", cerca de Haifa. Nuestra profesora quiere que analicemos en primera persona la importancia del paisaje en las memorias colectivas de israelís y palestinos. Durante la guerra de 1948, centenares de poblaciones árabes fueron destruidas completamente y sus habitantes se convirtieron en los primeros refugiados palestinos. Israel ganó la guerra y comenzó su proceso de "Judeización" del nuevo Estado de Israel. Judíos venidos de Europa y supervivientes del Holocausto fueron recolocados, en muchas ocasiones, en antiguos pueblos árabes, en las casas y las tierras que habían pertenecido a esos ahora nuevos refugiados palestinos. Otras veces, sencillamente se plantaron árboles para ocultar cualquier elemento palestino susceptible de convertirse en un símbolo de resistencia al nuevo status quo. Cementerios, campos de batalla, pueblos enteros...sepultados bajo bosques inmensos.

Con el tiempo y los cambios en la situción política y militar, como fue la apertura de fronteras tras la guerra del 67 entre Jordania e Israel, muchos refugiados pudieron aunque sea visitar esos lugares que habían sido su hogar hace no tanto tiempo. Esta práctica se convirtió en una especie de peregrinación para los palestinos, más aún para los que no son ciudadanos israelíes y les es más complicado venir a visitar sus ex-tierras. Pasear, recordar, explicar a sus hijos y nietos, recoger plantas y tierra...todo un ritual. No puede ser de otro modo si lo único que te queda de tu pasado son ruinas. Para reconstruir tu identidad, necesitas un espacio que materialice esa realidad, de ahí el conflicto que existe entre las memorias colectivas de palestinos e israelíes y la gran conexión que esto tiene con el paisaje, con lo que queda de ello, mejor dicho.
Nuestro conductor de autobús le pregunta a Yussuf, por qué no han intentado reconstruir la mezquita de Al-Sarafand, un pueblo árabe que ya no existe porque fue completamente destruido durante la guerra del 48 y que está muy cerca de donde estamos. No nos dejan, responde Yussuf. Cosa que es cierta porque ya lo intentaron desde la organización Muslim Movement en los años 90 y alguien volvió a destruirla y a dejarla en ruinas. Aun así, nos cuenta Yussuf, todos los viernes se reunen varios hombres y rezan allí, en las ruinas de la mezquita.


Se remanga la camisa y nos enseña el número tatuado en el brazo izquierdo

Primero visitamos Kerem HaMaharal, un pequeño pueblecito que antes de la guerra del 48 había sido completamente árabe. Nuestra profesora nos explica que todavía quedan ruinas de la Mezquita, y que algunas de las casas conservan las mismas piedras que una vez alojaron a familias árabes pero que ahora están habitadas por judíos israelíes, gran parte de ellos venidos desde Checoslovaquia. Nos dividimos en grupos y en poco tiempo damos con una casa de aspecto antiguo, llamamos al timbre y bingo! Nos abre la puerta un matrimonio anciano. Nunca he visto tantas ganas de vivir en unos ojos tan mayores.
El marido, Arje, nos hace pasar, nos sentamos en la sala y tras contarle que venimos a escuchar la historia de los primeros judíos que llegaron a este pueblo, nos dice que él lleva en esa casa desde 1950. Suficiente. Acto seguido, se remanga la camisa y nos enseña el número tatuado en el brazo izquierdo. Superviviente de Auschwitz. Se nos hace un nudo en la garganta. Pero Arje y su mujer Lea, empiezan a contarnos cómo llegaron a Israel y cómo sobrevivieron el Holocausto. Arje pasó de campo de concentración en campo de concentración sin ser enviado a la cámara de gas gracias a que sus conocimientos de agricultura y ganadería parecieron ser lo suficientemente importantes para los Nazis como para permitirle a él y a su padre pasar selección tras selección. Y Lea, escondida en Francia, cambió de lugar cada poco porque los Nazis la perseguían. Pero al final, llegaron a Israel. Arje luchó en el 48 y luego se asentó en Kerem HaMaharal con Lea. Que menos que merecerse una vida tranquila después de todos esos horrores.
Pero, ¿qué pasa con las familias árabes exiliadas que vivían en esas casas?Pues que siguen siendo refugiados o que con suerte pudieron rehacer su vida en Israel, en algún otro lugar. Este es el caso de Yussuf, el padre del dueño del restaurante donde vamos a continuación a comer y a que nos cuente su experiencia. Por supuesto que les gustaría poder recuperar y reconstruir lo que fue suyo y que todavía hoy siguen sintiendo como suyo. Pero no es tan fácil. Otra gente, israelíes, viven y trabajan en esas tierras, y está claro que cualquier atisbo de reclamación por parte de palestinos se interpreta como una amenaza.
Los nombres árabes han desaparecido para dar paso a carteles y señales de tráfico que indican las direcciones con los nuevos nombres de los lugares en hebreo. Todo lo necesario para que la otra cara de la misma moneda, los que perdieron la guerra del 48, no cuenten con un espacio donde materializarse. Pero la memoria es importante, muy importante. Y si no hay forma de integrar las dos, la israelí y la palestina, si no pueden compartir un pasado, dificilmente se podrá convivir en el futuro.

martes, 21 de abril de 2009

Holocaust Remembrance Day

ynetnews.com En Tel Aviv esta mañana.

ynetnews.com En las calles de Jerusalén esta mañana.


21 de Abril de 2009

En Israel se ha parado el tiempo. A las diez de esta mañana el sonido de una alarma hacía que el país se convirtiera en un museo de cera, durante dos minutos la tierra ha dejado de girar. Hace 75 años Hitler llegaba al poder en Alemania. El principio del fin para el pueblo Judío en Europa. Hoy en Israel todos hemos escuchado el sonido que nos ha hecho recordar que no podemos olvidar. El exterminio de 6 millones de Judíos durante el holocausto nazi es algo que nunca dejará de estar presente en la memoria de este pueblo. Han sido dos minutos en los que se han parado los coches en carreteras y ciudades, conductores han salido de sus vehículos, estudiantes y profesores han parado las clases. En los supermercados, en las colas del banco, en las calles, en las oficinas de trabajo, en los bares...todos se han parado, han dejado a un lado lo que estaban haciendo y se han puesto de pie para, en silencio, recordar a esos 6 millones de Judíos exterminados.

"Let the Lord remember the souls of our brethren, the children of Israel, victims and heroes of the Holocaust, the souls of six million Jews who were put to death, and who were killed, and chocked, and who were buried alive. Let the Lord remember the holy communities which were destroyed for the sanctification of God´s name"

Con estas palabras comenzaba esta mañana uno de los varios actos del 'Holocaust Day' en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Canciones, oraciones, testimonios de supervivientes y velas para recordar el exterminio.

En Israel solamente quedan alrededor de 240.000 supervivientes del Holocausto, pero cada vez serán menos, por eso es importante no olvidar. Aunque es difícil porque la mayoría de los jóvenes son segunda o tercera generación de afectados por el Holocausto y llevan esa tragedia grabada en la memoria desde que nacen. La mayoría te podría contar cómo sus abuelos escaparon de los nazis cruzando fronteras a pie, o como fueron acogidos en países extranjeros. Otros, te explican que la mitad de su familia fue exterminada, pero que un tío abuelo consiguió escapar o que, consiguieron sobrevivir pero se acuerdan de cómo les maltrataron los nazis. Dos de mis profesores vivieron aquello en primera persona. Uno de ellos estuvo en Auschwitz y el otro, más joven, sufrió la desgracia de crecer sabiendo que toda su familia fue exterminada en campos de concentración.
Holocausto no es lo mismo que genocidio. Desgraciadamente ha habido muchos genocidios en la historia de la humanidad, pero Holocausto ha habido uno. Es la única vez en la historia que un aparato gubernamental crea una maquinaria con el sólo propósito de aniquilar a un determinado pueblo. Y no podemos dejar que vuelva a suceder. Por eso existe el 'Holocasut Day'.

En la prensa local, un artículo anunciaba hoy que Netanyahu da las gracias a todos aquellos representantes de los países que decidieron abandonar la sala durante la Conferencia anti Racismo en Suiza cuando Ahmadinejad, presidente de Irán que niegua el Holocausto, empezó su discurso. El Primer Ministro de Israel explicaba que: "The decision to boycott the UN conference returned a "measure of sanity" to a world where an anti-racism conference grants a platform to a Holocaust-denying head of state who openly declares his wish to wipe out Israel".
La historia no puede volver a repetirse.

domingo, 29 de marzo de 2009

Mea Shearim

















Mea Shearim

"Dont ever go there if you are not dressed appropriately, and by that I mean completely covered or they will throw stones at you". Esta fue la primera vez que oí hablar de Mea Shearim, desde el autobús, al poco de llegar a Jerusalén el verano pasado y, la verdad, se me quitaron las ganas de pasar por allí. Menos mal que poco después me di cuenta de lo exagerada que puede llegar a ser la gente y pude descubrir el barrio Mea Shearim que hay detrás de todas esas leyendas urbanas.
Me gusta porque está lleno de niños, las calles son estrechas y están abarrotadas de judíos ultra-ortodoxos, las casas son bajas, hay carteles de propaganda religiosa en los muros y tiendas de ropa en cada esquina donde predomina el color negro en todo lo que venden. Me fascinó la primera vez que pasé por allí en el autobús y algún inculto me aseguró que era el lugar más peligroso de Jerusalén, y no ha dejado de fascinarme cada día que paso por allí, que es muy a menudo. Da la impresión de retroceder en el tiempo, es como una puerta al pasado de los judíos europeos, en ese sentido es una reliquia.

Mea Shearim es eso, el barrio de Jerusalén donde viven judíos ultra-ortodoxos. Vivir allí significa vivir como lo hacían los judíos en la Europa del siglo XIX, conservando todos sus valores y tradiciones. La religión es el centro de la vida diaria, los niños estudian en la Yeshivah, es decir, escuelas religiosas donde se estudia la Torá y el Talmud, se casan jóvenes y entre ellos, visten como lo hacían hace doscientos años, se observa el Shabbat a raja tabla, no realizan el servicio militar y, en general, la vida transcurre como si se tratara de un mundo a parte.

Por supuesto, es obvio que si allí preservan la forma de vida, vestimenta y religiosidad de hace dos siglos, no les hará ninguna gracia si aparece alguien paseándose por allí como si acabara de volver de la playa. A mí personalmente no me han tirado ninguna piedra y tampoco he visto que le sucediera tal cosa a nadie. Si uno va vestido adecuadamente no pasa nada, y la verdad es que merece la pena pasear por allí. Es uno de los lugares que hacen de Jerusalén la ciudad más compleja y variopinta del mundo.

miércoles, 11 de marzo de 2009

פורים שמח
Purim Sameaj (Feliz Purim)




En la iglesia de la Dormición, cerca de la muralla del barrio Armenio de la ciudad antigua, en el Monte Zion, se recuerda la Asunción de la Virgen María a los cielos. Allí, bajando las escaleras, hay una zona donde la cripta está decorada con imágenes de las mujeres de la Biblia. Las heroínas del Antiguo Testamento. Aquellas mujeres que marcaron un antes y un después pero a las que muchas veces no damos la importancia que se merecen. Eva, Rut, Judit, Debora, Raquel, Rebeca y, por supuesto, la Reina Ester, son sólo algunas de ellas, las más conocidas.
Los judíos celebraron esta semana precisamente ésto, cómo la Reina Ester salvó al pueblo judío de ser aniquilado durante el reinado del persa Ahashverosh.

Is your costume ready yet? Me preguntan el domingo en la uni mientras me lleno de sorpresa al mirar a mi alrededor y ver todo decorado de carnaval, puestos de comida, gente disfrazada y un gran cartel en la entrada de mi facultad que dice HAPPY PURIM. ¿Me he perdido algo?

-Your costume for Purim, it starts tomorrow night up until Wednesday. You don't have a costume? Me miran incrédulos. Es obvio que no tengo.

Pero por la sencilla razón de que no sabía cómo celebraban Purim los judíos y, la verdad, cuando me decían que eran las fiestas en las que se recuerdan las hazañas de la Reina Ester, nunca imaginé la conexión que eso tenía con disfrazarse.


-The Queen Ester had to hide her jewish identity from the persians, that's why we disguise these days, me explican.


Son unos días increíbles en los que todo el mundo se disfraza, hay miles de fiestas y es obligatorio estar contento y pasárselo lo mejor posible. Por supuesto, también se va a la Sinagoga a escuchar la lectura del מגילת אסתר, el Libro de Ester, aunque literalmente significa el Rollo de Ester porque es un pergamino.

Fuimos a la Sinagoga de la uni porque es la que nos queda más cerca. Rezan separados hombres y mujeres, así que, tras coger una copia de la historia de Ester en hebreo pero con la traducción en inglés al lado, nos fuimos a sentar arriba. Miro hacia abajo y veo a algunos disfrazados. Empieza la lectura, se hace el silencio mientras escuchamos la historia cantada, muy bonito.



El Libro de Ester

מגילת אסתר

"Resulta que en los tiempos del Rey persa Ahashverosh, su esposa la reina Vashti, por no atender una petición del Rey es prácticamente apartada de la vida de palacio y deciden buscar otra esposa para el Rey. Tiene que ser la más bella de todo el reino. Los oficiales de Ahashverosh se ponen manos a la obra y por decreto real reúnen a las mujeres más bellas del reino para que el rey elija cuál prefiere. Aquí entran en escena el judío Mordechai, el tío de Ester y la propia Ester, que es llevada a palacio donde obtiene el favor de Ahashverosh por ser la más guapa. Al casarse con el rey se convierte en la Reina Ester. Pero nadie sabe que es judía pues su tío Mordechai le ordena que esconda su identidad y todos los días se acerca a palacio para ver cómo está su sobrina.

Poco después, el rey asciende a Haman, que se convierte en consejero real. (Haman es el malo de la historia, y durante la lectura en la Sinagoga, cada vez que sale su nombre hay que hacer mucho ruido, silbar, etc. Muy divertido)

El caso es que había que arrodillarse ante Haman cada vez que entraba en palacio pero Mordechai, que solamente se arrodilla ante Dios, no lo hace y Haman le coge una tirria tremenda y al enterarse de que es judío decide sacar un decreto que ordena aniquilar a todos los judíos del reino el décimo tercer día del duodécimo mes. (Se elige la fecha al azar, en hebreo פור, Pur, de ahí que estas fiestas se llamen Purim).

Aquí es donde la reina Ester salva a su pueblo. Primero arriesga su vida presentándose ante el rey en un momento en el que estaba prohibido y le pide que acuda a un banquete que va a organizar para Su Majestad y Haman. Acceden y cuando ya están bastante afectados por el vino, el Rey le pregunta a Ester qué es lo que desea de todo el reino, que se lo concederá. Ester le contesta que lo único que quiere es que vuelvan al día siguiente al banquete que va a prepararles. Esto ocurre tres veces, hasta que la tercera vez Ester se descubre y le pide que salve a su pueblo de ser aniquilado por su enemigo, Haman. Al final, a Haman le ahorcan y el pueblo judío se salva gracias a la intercesión de la Reina Ester".

Durante el día Sinagoga. Por la noche, tanto Jerusalén como Tel Aviv parecían Río de Janeiro. Verdaderos carnavales, música por todas partes, comida para reventar y mucha alegría.

פורים שמח
Purim Sameaj

viernes, 6 de marzo de 2009

Welcome back

Jueves 5 de marzo de 2009

Casi tres semanas de vacaciones después me vuelvo a encontrar subida encima de mi maleta intentando por todos los medios cerrarla. Vuelvo a Israel y tengo muchas ganas. Las vacaciones de lujo, por supuesto, pero el domingo empieza ya el semestre de primavera. Esta vez tengo vuelo directo, Madrid- Tel Aviv, sin escalas, sin preocupaciones, sin esperas...o eso pensaba yo.
Miro mi billete electrónico y veo que vuelo con ELAL, la compañía israelí. “Ni tan mal”, pienso, suelen ser muy puntuales y se vuela fenomenal, buena comida, películas bastante decentes...lo malo son los controles de seguridad, pero bueno, no suelen tardar tanto.

Por fin llego a los mostradores, agotada de pasearme por el aeropuerto con una maleta de 30 kilos, mochila llena de libros y una bolsa también llena de cosas. Aliviada dejo todo en el suelo y espero mi turno, no para facturar si no para que un chico de seguridad me coja el pasaporte, compruebe su lista y me haga miles de preguntas mientras me observa de reojo. Normalmente no tienen por qué ser más de 5 minutos y fuera, te olvidas. Pero esta mañana me tocó un chico que debía estar nervioso y, mientras, su superior mirándonos a los dos con cara de pocos amigos.
-¿First time in Israel?
-No. I study in Israel.
-¿Where?
- In the Hebrew University of Jerusalem.
- ¿What do you study?
- Middle Eastern studies
- ¿Where do you live in Israel?
- Near the University, Har Hatzofim
-¿Do you have family or any relatives in Israel?
- No
Hasta aquí todo bien, son las preguntas de siempre. El chico, bastante joven, empieza a pasar páginas de mi pasaporte.
- ¿With who do you live in Jerusalem?
- With more students
- ¿What are their names?¿Where are they from?
- Tal, Liran, Adva and Maria, from Israel and Poland
- Tell me about them
- ???
¿Qué coño quiere que le diga?Que una es alta, otra baja, otra toca la trompeta...¿en serio quieres que te describa a cada una de mis compañeras de piso?
Sigue la batería de preguntas ¿Who packed your bag? ¿You live in Madrid? ¿How did you come from Vitoria to Madrid, by train, by car..? ¿Did a friend or anybody give you something, a present or a gift? I ask you this because I am afraid it could be a bomb. ¿Why did you decide to come to Israel? A estas alturas las preguntas empiezan a repetirse.
Su superior le dice algo en bajo, el chico asiente, me mira y dice:
- We are going to start again, ok?
"Ok", le digo. Qué remedio...como te mande a tomar por saco me detienes, así que, pregunta majo, pregunta.
Así que otra vez vuelve a preguntarme todo, desde el principio. Empiezo a pensar que está de prácticas o algo así. Al final, su superior se lo lleva un poco más lejos y empieza a gritarle en hebreo, pobre chico. Resultó que el que me acabó haciendo las preguntas por tercera vez fue el propio jefe en perfecto español.
Cuando por fin llega mi turno en el mostrador me informan de que hay overbooking pero que tengo suerte y queda sitio para mí. Uf! Menos mal.

Ahora queda el control de equipaje. Nos bajan a varios pasajeros a una sala sin ventanas, en una especie de sótano enorme, lleno de maletas y gente de seguridad de un lado a otro. Aquí me pasé las siguientes dos horas mientras abrían mi maleta, sacaban absolutamente todo, lo pasaban no sé cuántas veces por una máquina, otra vez más preguntas y más detectores de metales. Después de la primera hora empecé a sentirme como una criminal, ¿por qué tanto tiempo? ¿Por qué nadie te dice nada de lo que pasa? ¿Por qué cuando te preguntan te hacen sentir como si acabaras de hacer algo horrible?

Pero la historia no acaba aquí. Ahora viene lo mejor. Después de tanto remover en la maleta por fin encuentran algo peligroso dentro: Mi bote de leche condensada, mi libro de árabe y otros libros de la biblioteca de la uni sobre Jordania. La chica de seguridad saca estos objetos poco a poco, llama a su superior y los dos me miran con sospecha. Esto es de película, pienso.
Vienen a preguntarme por los objetos sospechosos, aunque mientras, otro empleado los está pasando por la máquina y comprobando mis libros página por página.
"¿Why do you have this?" Me señala mi libro de árabe. Empiezo a cabrearme. Le explico de nuevo y por décima vez que estudio en la Universidad Hebrea y que nos obligan a estudiar árabe además de hebreo. Ellos, los israelís, me obligan a estudiar árabe, así que, que no me mire con esa cara como si acabara de hacer explotar cuatro autobuses, joder.
Parece que me creyó porque al final me dejaron ir, eso sí, “los objetos sospechosos” los enviaron a parte. Por supuesto, salimos con bastante retraso y la película que nos pusieron era para abrir la puerta de emergencia y tirarse al vacío.
Welcome back.

martes, 10 de febrero de 2009

"And the winner is..."

Propaganda laborista en una calle llena de granizo, esta noche.

11 de febrero de 2009

Rayos, granizo y lluvia como no había visto en los ocho meses que llevo aquí. Así ha dado Israel la bienvenida al nuevo ganador de las elecciones. Como si el cielo supiera que el de hoy es un día que marcará el curso de los próximos cuatro años, el viento y la lluvia han acompañado a los indecisos israelíes a votar durante toda la jornada.

Son las cuatro y media de la madrugada y el recuento está casi terminado. A estas horas ya se han contado más del 90% de los votos. Ya podemos vislumbrar los resultados de estas elecciones que han acabado siendo lo que todos temíamos y sólo los medios de comunicación árabes llevan advirtiendo desde por la tarde. Que el gran triunfador es Lieberman, la derecha radical. Socorro.
Y no porque haya conseguido mayoría, no. En realidad, está en tercer lugar con 15 escaños, por detrás de Kadima, 28 escaños, y Likud, 27 escaños. Pero será Lieberman quien haga de bisagra y determine la agenda política, como ya ha declarado esta noche en su discurso. Será Yisrael Beteinu, su partido, el que dé el apoyo necesario para conseguir la mayoría absoluta, 61 escaños, en la Kneset. Por su parte, Barack, el pobre, se ha quedado recogiendo margaritas, en cuarto lugar y el batacazo de la noche, tan solo 13 escaños.

Believni

Gana Livni, ¡yuhu! Pero que nadie se emocione porque eso no significa nada.
El árbitro acaba de pitar el comienzo del partido, abróchense los cinturones porque la fiesta no ha hecho más que empezar. Ahora hay que ver quién es capaz de formar una coalición sólida porque será esa persona la que acabe formando gobierno. Opciones a estas alturas, básicamente dos. Y se podrían resumir en una frase: Con Lieberman o sin Lieberman.

Como dice mi compañera de piso, preocupada por el futuro de su país, eso depende de “how important it is for Livni and Netanyahu not to be dependant on Lieberman”. Y eso es algo que no se puede predecir. La primera opción se resume en Netanyahu formando una coalición de derechas y partidos religiosos que le darían unos 63 escaños, esto incluye, por supuesto, a Lieberman. Livni, por su parte, conseguría unos 56 escaños con una coalición de centro izquierda.

Pero en su dircurso esta noche, Livni volvió a ofrecer a Bibi (Netanyahu) formar un gobierno de unidad entre Kadima y Likud. Opción posible pero poco probable. Imagino la respuesta de Netanyahu, algo parecido a un “antes muerto que contigo en coalición”, pero bueno, todo se verá.
Por su parte, Livni se lo ha dejado claro a Bibi en su discurso esta noche. “Before the elections I offered you to join a national unity government led by me to take on the challenges facing the State of Israel. You declined and said the people must choose. Today the people have chosen- Kadima”.

La segunda opción, que Attila Somfalvi ha analizado en un artículo publicado en la edición digital de Yedioth Ahronoth, uno de los principales diarios nacionales, es la rotación. Sólo esto evitaría tener a la derecha radical de Lieberman en el gobierno.Ya ocurrió en 1984 con Peres y Shamir, que rotaron la presidencia en la mitad del mandato y ha sido hasta ahora el único gobierno que completó los casi 4 años. Ni a Netanyahu ni a Livni les hace gracia la idea de rotar pero, en realidad, sería lo que los votantes quieren, porque son los dos partidos mayoritarios de la Kneset.
Me voy a dormir. Las piezas están en el tablero. Comienza el juego.

domingo, 8 de febrero de 2009

Elections


8 de febrero de 2009

Una campaña electoral silenciosa que ni se ha notado y muchos votantes todavía indecisos cuando nos encontramos a dos días de las elecciones en Israel. La ofensiva en Gaza parece haber eclipsado el interés por los comicios, ¿o es que acaso los israelíes han dejado de confiar en la política para resolver el problema?
Los cohetes siguen cayendo en el sur del país así que esto perjudicará tanto a Livni como a Barack, que prometieron que acabarían con los cohetes de Hamás tras la ofensiva en Gaza.


Livni, Netanyahu, Barack y Lieberman. O lo que es lo mismo, Kadima (centro derecha), Likud (derecha nacionalista), Laboristas (centro izquierda) y Yisrael Beteinu (ultraderecha).

"Para ser sincero, no pienso ir a votar porque no me gusta ninguno de los candidatos y no hay nada que hacer", me dice Dan. Si este es el espíritu nos llevaremos una sorpresa el martes.

En un principio la duda estaba entre los tres más grandes, Kadima, Laborismo y Likud. Pero necesitan el apoyo de los partidos minoritarios para formar coalición. Hacer de bisagra con los partidos grandes. Es lo que pasa con el partido de Lieberman, el ultraderechista que parece que tendrá bastante que decir a partir del 10 de febrero ya que, aunque nadie comparta sus ideas y sea considerado un racista, le pueden llegar a necesitar para formar coalición.

Además tenemos a Ahmed Tibi, diputado de la minoría árabe en la Knesset, y Meretz, un partido de izquierda liberal y pacifista, entre otros.

Los últimos sondeos muestran a Likud y Kadima en cabeza. La estrategia está clara. Lieberman tendrá la última palabra porque Kadima y Likud se siguen muy de cerca, demasiado. A Lieberman le votan los rusos, un 20% de la población electoral. Por lo tanto, tanto Livni como Netanyahu intentarán mimarlo todo lo que puedan por si hay que formar coalición con él.

Las esperanzas de Kadima están puestas en la posibilidad de absorber los votos del centro izquierda, de los laboristas y Meretz que votarían a Livni antes que ver a Bibi (Netanyahu) demasiado cerca del poder.

Por su parte Barack se encuentra en tierra de nadie y muy probablemente acabará perdiendo votos en favor de la derecha. Si con la operación en Gaza su idea era fortalecer y afianzar su imagen de buen político, le ha salido un poco mal. El ataque lo único que ha conseguido es radicalizar los dos extremos aún más. Y esto se verá reflejado en el resultado de las elecciones, con la derecha como la gran vencedora si se cumplen los sondeos.


Los palestinos, por su parte, se enfrentan a las elecciones israelíes con más frustración e incredulidad que esperanza pero aun así, siguen las elecciones de cerca porque no es lo mismo que gane Netanyahu que no quiere ni negociar la evacuación de asentamientos en Cisjordania a que gane Livni, más dispuesta a sentarse.

Todo a su tiempo. Sólo queda un día.

sábado, 24 de enero de 2009

"Very beautiful, religious and also who knows how to talk"

24 de enero de 2009

Tengo que hablar sobre mi amiga B. Es de Nazareth pero estudia en Jerusalén, por eso la conozco. Aunque no vamos a la misma facultad ni nada de eso, en realidad nos conocimos en el bus hace tiempo y nos hicimos amigas.

B. es árabe israelí musulmana, osea, nacionalidad israelí pero ella es árabe musulmana, no árabe cristiana. Como ella dice, “We are the 48 arabs”, que significa que su familia vivía en la zona de Nazareth antes de la guerra del 48. Para los judíos es la guerra de independencia, la creación del Estado de Israel; y para los palestinos es Al Nakba, catástrofe. Lógico si se tiene en cuenta que a partir de la guerra del 48 unos 700.000 palestinos se convirtieron en refugiados. El 15 de mayo de 1948 hace llorar a la mitad de la población y es motivo de felicidad para la otra mitad.

Lo normal es que acabe yendo yo a su casa, nos pongamos a hablar y se nos olvide que habíamos quedado para estudiar. Aunque yo tampoco lo llamaría estudiar porque, en realidad, la cosa va de que B. me hace los deberes de árabe mientras yo le hago los deberes de inglés. No es que no podamos hacerlo nosotras mismas, el problema es que nos llevaría demasiado tiempo y, verdaderamente, nos lo pasamos mejor hablando durante toda la tarde y luego, en media hora, “hacemos los deberes”.

Hoy me ha tocado leer un texto y contestar a las preguntas sobre la medicina antigua mientras que a B. le tocó traducirme y vocalizar no sé cuántos parráfos de mi libro amarillo, que por cierto, explica todo del hebreo al árabe, una preciosidad. De coña, vamos. Pero como B. habla las dos cosas, pues nada, pan comido.

Cuando he llegado me ha estado enseñando fotos de su familia y sus amigas. En una de ellas había seis chicas musulmanas sonriendo. Por supuesto, todas con hijab, que es con lo que se cubren el pelo, las orejas y el cuello, dejando sólo la cara al descubierto. Me ha explicado lo que estudia cada una de sus amigas hasta que ha llegado a la esquina izquierda y me ha dicho que aquella amiga ya estaba casada y embarazada. He tenido que pararle porque su amiga me parecía bastante joven para estar en esa situación.

-Pero, “¿cuántos años tiene?”
-“Diecinueve”.
-“Ah”.

Mi cara debía de expresar sorpresa porque B. se ha reído y ha empezado a explicarme que su amiga está contentísima con su marido y que es muy feliz, una afortunada, me ha dicho.
“¿Dónde conoció a su marido?”, me atrevo a preguntar, porque las chicas musulmanas no pueden tener citas, o novios, o estar en compañía de hombres si no van con más gente.

-“Las familias se conocían y él fue a pedir a sus padres casarse con ella”.
-“¿Y ya está?, ¿tuvo que casarse con él?
-“No, primero tienen que conocerse y ver si son adecuados el uno para el otro. Normalmente se reúnen los dos con los padres delante unas tres veces y entonces se decide si se casarán o no. Es importante que lo hablen todo para ver si son compatibles porque van a pasar toda la vida juntos”.

Me pregunto si esa técnica de ir al grano y poner las cartas sobre la mesa desde el primer día no sería una técnica exportable a occidente. Más de uno se ahorraría un divorcio.

Por supuesto, tienen que estar de acuerdo los dos, si la chica no quiere casarse con él, pues no se casa, “tienen que querer los dos”, me dice B. y me comenta que su tío, que tiene ya casi 30 años, está buscando esposa y le ha pedida a ella que le encuentre a alguien “very beautiful, religious and also who knows how to talk”. Tiene claro lo que quiere. Cuando le pregunto qué tal va la búsqueda me contesta que mal, que no ha encontrado a nadie todavía. Le deseo suerte.

Lo que más me sorprendió fue la convicción con la que me contaba todo esto. Para ella, es la forma correcta de hacer las cosas y punto. Ya sabía que B. era una musulmana convencida pero nunca habíamos hablado de su casamiento.“Ya han venido muchos a pedirle a mis padres que se quieren casar conmigo pero hasta que no termine los estudios no vamos a buscar marido para mí”. Ya le he dicho que me invite, que nunca he estado en una boda musulmana.

domingo, 18 de enero de 2009

Friday Prayer






















16 de enero de 2009

Viernes, sábado y domingo, tres días para tres religiones. Shabbat para los judíos, domingo para los cristianos y para los musulmanes, los viernes por la mañana es día de congregarse para la oración.
Friday Prayer. Una de las diferencias con la oración diaria es que los viernes se congregan todos en la Mezquita y en sus alrededores para escuchar al Imam, que dice el sermón (Al-Khutba) y conduce la oración. Mientras que para los hombres es obligatorio, las mujeres pueden ir si quieren, eso sí, les toca ponerse en la parte de atrás, al final.

Aquí, en Jerusalén, no es diferente. Lo normal es que los viernes se acerquen musulmanes de fuera de la ciudad también, con lo que la Old City se convierte en una marea humana de fieles que se dirigen a la Explanada de las Mezquitas, donde se encuentran Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca, lugar sagrado para el Islam; y parte de cuyo muro exterior no es otro que el Muro de las Lamentaciones, sagrado para los judíos. Pocos metros separan a judíos y musulmanes cuando van a rezar.

Por lo general, Israel tiene la zona bastante controlada. En la Puerta de Damasco, una de las ocho que tiene la ciudad antigua y que da directamente al barrio árabe, suele haber policías y soldados, pero eso no es nada del otro mundo. Sin más, es así y punto. Sin embargo, el primer viernes de la ofensiva en Gaza, Hamás ya decretó el “Día de la Ira” contra el estado judío. Con lo que los israelíes, que no se andan con tonterías, hicieron lo propio y decidieron “reforzar la seguridad”, just in case.

En realidad, esta vez se me ha había olvidado que era viernes cuando bajé a la ciudad. Así que cuando me encontré con aquel panorama enfrente de la puerta de Damasco y metí la mano en el bolso, sólo pude alegrarme de que mi cámara estuviera dentro. Ante mis ojos, el acceso a la Ciudad Antigua completamente bloqueado. Militares, policías y más militares y más policías y también personal de otros servicios de seguridad que no me dio tiempo a identificar.

Para entrar tuvimos que pasar varias barreras, todas con el mismo patrón. Dos filas, una de mujeres y otra de hombres. Ellas entran, pero ellos, no todos. Sólo los hombres mayores de 45 años podían cruzar los muros e ir a la Explanada de las Mezquitas a participar de la Friday Prayer. A los demás no les quedaba más remedio que rezar a distancia, detrás de las barreras.

Una vez dentro, lo dicho, más militares, más policías y en medio de todo esto, la marea de gente dirigiéndose a la Explanada de las Mezquitas.
“No good for the market”, me dice Sharif, sentado en un taburete a la entrada de su tienda, mientras dice que no con la cabeza.
Le pregunto qué pasa y me explica lo que ya sé, que no dejan pasar a los menores de 45 años. No creo que a demasiados potenciales compradores les entren las ganas de acercarse al mercado viendo cómo está de complicado el acceso. Sharif también lo cree, por eso no parece muy contento. “What can we do...”, dice, y no es una pregunta, es un hecho, porque se encoje de hombros y prometo que se podía leer la palabra resignación en sus ojos. Y la respuesta es nada, no pueden hacer nada. Si Hamás declara el “Día de la Ira” y los israelíes responden extremando las precauciones para no acabar a tiros en la Old City, las personas como Sharif sólo pueden aprender a resignarse. Hay quien todavía no se ha dado cuenta de que mucha gente sólo quiere vivir, tener su trabajo y alimentar a su familia, para esta gente lo demás se ha convertido en algo secundario.

jueves, 15 de enero de 2009

"You see right there? That's Gaza"


12 de enero de 2009

Quedan menos de 4 horas para irnos a la frontera de Gaza y ya no hay marcha atrás. Llevamos intentando ir desde que empezó la ofensiva israelí pero no ha habido forma. Parece mentira que ahora estemos acojonadas.
Tres de la madrugada y Sarah y yo intentando camuflar los nervios haciendo como que estudiamos para el examen de árabe del jueves. Por la mañana la nerviosa era yo, pero ahora la que no deja de mirar cuántos Qassam ha lanzado hoy Hamás a Ashqelon es ella. Yo, menos mal, empiezo a verlo más claro, es nuestra oportunidad de ver aquello en primera persona y punto, mejor no darle más vueltas.
Cuando Maxime, que trabaja para una cadena de televisión francesa, nos dijo que podíamos acompañarle a la frontera de Gaza, no lo dudamos, “¿A qué hora nos recojes en la estación de bus de Ashqelon?” fue la respuesta. Sin embargo,ahora no podemos evitar pensar que es más peligroso que nuestra querida Jerusalén, donde no parece que haya guerra y ha reinado la calma, gracias a Dios.
“Por ahora van 22 Qassam”, me dice Sarah. Bueno, pienso, no son tantos si tenemos en cuenta que ha habido días con más de 60 cohetazos. Con un poco de suerte mañana nos caerán cerca pero no encima.
“Por ahora, siete de ellos en Ashqelon”, el tono ya no es tan positivo. “Espero que Maxime nos recoja enseguida, y sino, pues al suelo bien rápido en cuanto suenen las alarmas de aviso”, dice completamente decidida cerrando el ordenador.

Por la mañana llegamos a Tajana Merkazit, la estación de bus, con tiempo suficiente para que la cola del detector de metales y el escaneo de bolsos y maletas no nos haga perder el bus y al poco ya estamos en camino, por fin.
El paisaje israelí, tan bonito como siempre, nos calma. Pero pronto los carteles nos dicen que estamos cerca: Ashqelon, Ashdod, Sderot...ahí la frontera está a tiro de piedra. Pronto dejamos a la izquierda la carretera a Beersheba que está en el desierto de Negev, a unos 40 kilómetros de Gaza, y que tras el comienzo de la incursión israelí se ha unido a la lista de los blancos de Hamás. Los cohetes cada vez llegan más lejos en un país alarmantemente pequeño.
Teniendo en cuenta que los Qassam son de fabricación casera y no son precisos a la hora de apuntar, lo único que te queda cuando suena la alarma son 15 segundos para tirarte al suelo o con suerte, llegar al refugio, y rezar para que no te caiga encima ni a ti ni a tu familia.

Cuando llegamos a Ashqelon, Maxime nos recoje enseguida a las dos y a otros dos amigos suyos también periodistas en Israel. A Dan, el cámara, ya le conocía y aunque no me lo esperaba me alegro mucho de verle. Menudo grupo. Creo que me lo voy a pasar muy bien. Enseguida salta el buen rollo, y Maxime nos pone al día de la situación.
“Os voy a llevar a donde están los medios de comunicación, lo más cerca que se puede de la frontera en estos momentos”, dice al volante. Esta vez, Israel ha decidido que no haya periodistas merodeando y no se puede entrar en Gaza. No lo entiendo. Porque todas las imágenes que nos llegan ahora son de fuentes palestinas, Ramattan News Agency en su mayoría.
Llegamos a la colina donde están los periodistas, fotógrafos, cámaras...de todo el mundo. Es una ONU mediática. Se me despejan las dudas, si es que quedaba alguna, de que espero algún día poder vivir de esto. Las primeras furgonetas que veo son las de AFP y la de Reuters con las parabólicas en el techo y miles de cables por todas partes. El de Fox News, con un moreno que recuerda a solarium, se prepara para entrar en directo, el micro no funciona, “Uri”, le dice al técnico, “They cant hear me!”. En dos minutos Uri lo arregla todo y comienza el espectáculo, perdón, el directo.
Corea también está presente, Italia, más franceses y, por supuesto, CNN, aunque no vimos a Nic Robertson, la superstar de la cadena.
Los Apache y de vez en cuando F-16 que cruzan la barrera del sonido hacen que miremos al cielo, limpio de nubes. Al frente, el famoso zeppelin israelí sobrevolando la franja, siempre vigilante. Por lo demás, el silencio anticipa la batalla que se está librando a unos metros de donde estamos.

La primera impresión de Gaza a lo lejos es que es precioso, parece mentira que un lugar tan bonito esté viviendo un infierno tan espantoso. Al poco rato se escuchan disparos de tanques israelíes y vemos subir hacia el cielo las columnas de humo, densas, muy densas. De vez en cuando los diparos de las metralletas interrumpen alguna conversación pero todos coinciden en que hoy es un día muy tranquilo. “Casi no ha habido ningún Qassam y ya es mediodía”, dice un fotógrafo.
¿Qué hacéis cuando veis los cohetes salir de Gaza?, pregunto interesada, porque a tan poca distancia no sé hasta qué punto los ves llegar o no.
“Si van hacia la derecha es que harán impacto en Asdod. “Hacia allí”, señala Ashqelon, “caen en la ciudad y para la izquierda a Sderot”, dice Maxime. “Lo normal es meterse en un refugio pero aquí, en medio de la colina no hay, así que sólo queda tirarse al suelo”.
“¿En serio?” digo mirando al fotógrafo de AFP , que es un encanto. Me mira divertido, “Como me tire al suelo no hago la foto”. Tiene toda la razón.

Próxima parada: Sderot, que al parecer Tzipi Livni estará allí por la tarde y a Dan le toca filmar. La ciudad está a 11 kilómetros de Gaza y ha sido de las más castigadas por los Qassam, todavía no entiendo cómo se puede vivir en una ciudad donde cada dos por tres hay que ponerse a cubierto. Resultado, refugios anti-Qassam cada pocos metros porque en 15 segundos de margen, si no estás en forma, mejor ni lo intentes.

En el coche, Maxime sube el volumen de la radio, Sarah abre un paquete de Oreo y Brad me cuenta que estudia cerca de Tel-Aviv. En ese momento, el de la radio anuncia que se ha lanzado otro Qassam, inmediatamente Maxime para el coche, se baja y se tira al suelo diciéndonos que hagamos lo mismo y, por supuesto, obedecemos. Todos mirando al cielo a ver si vemos pasar el cohete. Pasan los segundos y nada.

“¿Wanna smoke before you die?”, me pregunta Brad sacando un piti. Me entra la risa. Esto es demasiado surrealista. Y entonces, ¡Boom!, el cohete impacta no muy lejos de donde estamos. La nube de humo nos indica exactamente dónde, parece que es una zona despejada, menos mal.
Nos ha pillado saliendo de la colina en la que están los medios de comunicación así que estamos en medio de un camino de cabras, pero vamos, en cuanto salimos a la carretera empiezan a adelantarnos las furgonetas de las televisiones a toda velocidad, parece una persecución. Esto es de película. Espero que el de AFP haya hecho la foto.