domingo, 8 de febrero de 2009

Elections


8 de febrero de 2009

Una campaña electoral silenciosa que ni se ha notado y muchos votantes todavía indecisos cuando nos encontramos a dos días de las elecciones en Israel. La ofensiva en Gaza parece haber eclipsado el interés por los comicios, ¿o es que acaso los israelíes han dejado de confiar en la política para resolver el problema?
Los cohetes siguen cayendo en el sur del país así que esto perjudicará tanto a Livni como a Barack, que prometieron que acabarían con los cohetes de Hamás tras la ofensiva en Gaza.


Livni, Netanyahu, Barack y Lieberman. O lo que es lo mismo, Kadima (centro derecha), Likud (derecha nacionalista), Laboristas (centro izquierda) y Yisrael Beteinu (ultraderecha).

"Para ser sincero, no pienso ir a votar porque no me gusta ninguno de los candidatos y no hay nada que hacer", me dice Dan. Si este es el espíritu nos llevaremos una sorpresa el martes.

En un principio la duda estaba entre los tres más grandes, Kadima, Laborismo y Likud. Pero necesitan el apoyo de los partidos minoritarios para formar coalición. Hacer de bisagra con los partidos grandes. Es lo que pasa con el partido de Lieberman, el ultraderechista que parece que tendrá bastante que decir a partir del 10 de febrero ya que, aunque nadie comparta sus ideas y sea considerado un racista, le pueden llegar a necesitar para formar coalición.

Además tenemos a Ahmed Tibi, diputado de la minoría árabe en la Knesset, y Meretz, un partido de izquierda liberal y pacifista, entre otros.

Los últimos sondeos muestran a Likud y Kadima en cabeza. La estrategia está clara. Lieberman tendrá la última palabra porque Kadima y Likud se siguen muy de cerca, demasiado. A Lieberman le votan los rusos, un 20% de la población electoral. Por lo tanto, tanto Livni como Netanyahu intentarán mimarlo todo lo que puedan por si hay que formar coalición con él.

Las esperanzas de Kadima están puestas en la posibilidad de absorber los votos del centro izquierda, de los laboristas y Meretz que votarían a Livni antes que ver a Bibi (Netanyahu) demasiado cerca del poder.

Por su parte Barack se encuentra en tierra de nadie y muy probablemente acabará perdiendo votos en favor de la derecha. Si con la operación en Gaza su idea era fortalecer y afianzar su imagen de buen político, le ha salido un poco mal. El ataque lo único que ha conseguido es radicalizar los dos extremos aún más. Y esto se verá reflejado en el resultado de las elecciones, con la derecha como la gran vencedora si se cumplen los sondeos.


Los palestinos, por su parte, se enfrentan a las elecciones israelíes con más frustración e incredulidad que esperanza pero aun así, siguen las elecciones de cerca porque no es lo mismo que gane Netanyahu que no quiere ni negociar la evacuación de asentamientos en Cisjordania a que gane Livni, más dispuesta a sentarse.

Todo a su tiempo. Sólo queda un día.

1 comentario:

  1. ¡¡¡Pedazo de crónica política Sofía!!! Mira que no he seguido nada de las elecciones Israelíes, y me he enterado percfectamente!!

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