sábado, 24 de enero de 2009

"Very beautiful, religious and also who knows how to talk"

24 de enero de 2009

Tengo que hablar sobre mi amiga B. Es de Nazareth pero estudia en Jerusalén, por eso la conozco. Aunque no vamos a la misma facultad ni nada de eso, en realidad nos conocimos en el bus hace tiempo y nos hicimos amigas.

B. es árabe israelí musulmana, osea, nacionalidad israelí pero ella es árabe musulmana, no árabe cristiana. Como ella dice, “We are the 48 arabs”, que significa que su familia vivía en la zona de Nazareth antes de la guerra del 48. Para los judíos es la guerra de independencia, la creación del Estado de Israel; y para los palestinos es Al Nakba, catástrofe. Lógico si se tiene en cuenta que a partir de la guerra del 48 unos 700.000 palestinos se convirtieron en refugiados. El 15 de mayo de 1948 hace llorar a la mitad de la población y es motivo de felicidad para la otra mitad.

Lo normal es que acabe yendo yo a su casa, nos pongamos a hablar y se nos olvide que habíamos quedado para estudiar. Aunque yo tampoco lo llamaría estudiar porque, en realidad, la cosa va de que B. me hace los deberes de árabe mientras yo le hago los deberes de inglés. No es que no podamos hacerlo nosotras mismas, el problema es que nos llevaría demasiado tiempo y, verdaderamente, nos lo pasamos mejor hablando durante toda la tarde y luego, en media hora, “hacemos los deberes”.

Hoy me ha tocado leer un texto y contestar a las preguntas sobre la medicina antigua mientras que a B. le tocó traducirme y vocalizar no sé cuántos parráfos de mi libro amarillo, que por cierto, explica todo del hebreo al árabe, una preciosidad. De coña, vamos. Pero como B. habla las dos cosas, pues nada, pan comido.

Cuando he llegado me ha estado enseñando fotos de su familia y sus amigas. En una de ellas había seis chicas musulmanas sonriendo. Por supuesto, todas con hijab, que es con lo que se cubren el pelo, las orejas y el cuello, dejando sólo la cara al descubierto. Me ha explicado lo que estudia cada una de sus amigas hasta que ha llegado a la esquina izquierda y me ha dicho que aquella amiga ya estaba casada y embarazada. He tenido que pararle porque su amiga me parecía bastante joven para estar en esa situación.

-Pero, “¿cuántos años tiene?”
-“Diecinueve”.
-“Ah”.

Mi cara debía de expresar sorpresa porque B. se ha reído y ha empezado a explicarme que su amiga está contentísima con su marido y que es muy feliz, una afortunada, me ha dicho.
“¿Dónde conoció a su marido?”, me atrevo a preguntar, porque las chicas musulmanas no pueden tener citas, o novios, o estar en compañía de hombres si no van con más gente.

-“Las familias se conocían y él fue a pedir a sus padres casarse con ella”.
-“¿Y ya está?, ¿tuvo que casarse con él?
-“No, primero tienen que conocerse y ver si son adecuados el uno para el otro. Normalmente se reúnen los dos con los padres delante unas tres veces y entonces se decide si se casarán o no. Es importante que lo hablen todo para ver si son compatibles porque van a pasar toda la vida juntos”.

Me pregunto si esa técnica de ir al grano y poner las cartas sobre la mesa desde el primer día no sería una técnica exportable a occidente. Más de uno se ahorraría un divorcio.

Por supuesto, tienen que estar de acuerdo los dos, si la chica no quiere casarse con él, pues no se casa, “tienen que querer los dos”, me dice B. y me comenta que su tío, que tiene ya casi 30 años, está buscando esposa y le ha pedida a ella que le encuentre a alguien “very beautiful, religious and also who knows how to talk”. Tiene claro lo que quiere. Cuando le pregunto qué tal va la búsqueda me contesta que mal, que no ha encontrado a nadie todavía. Le deseo suerte.

Lo que más me sorprendió fue la convicción con la que me contaba todo esto. Para ella, es la forma correcta de hacer las cosas y punto. Ya sabía que B. era una musulmana convencida pero nunca habíamos hablado de su casamiento.“Ya han venido muchos a pedirle a mis padres que se quieren casar conmigo pero hasta que no termine los estudios no vamos a buscar marido para mí”. Ya le he dicho que me invite, que nunca he estado en una boda musulmana.

6 comentarios:

  1. Sofi guapa, ten cuidado y nos vengas con noticias de tu próximo casamiento... madre mía!

    cuídate! un abrazo!!!

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  2. Me ha encantado este post Sofi! ¿Cuándo dijiste que te casabas...?

    ¡Como me entere de que no haces los deberes otra vez te vas a enterar!

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  3. Hola Sofi! Qué gran periodista eres! Puedo comprobar que la vida y aventuras en Jerusalén y Gaza son geniales! Cuídate, un abrazo!

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  4. mi sofitiiii!!!! sigues siendo la mejor!! ¡¡que ganas de tenerte por aqui!! todo el cariño de tu sister.

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  5. Sofi... ¿no crees que estás tardabdo demasiado en volver a escribir? ¡Queremos más!Un besito!

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