domingo, 20 de septiembre de 2009

¿Cuestión de Honor?

Leo hoy en el periódico que Italia está conmocionada, ¿y eso? leo más, resulta que un padre marroquí degolló a su hija musulmana porque se fue a vivir con su novio católico. Qué casualidad, pienso, que hace unos días estuve hablando del tema del honor con unos amigos árabes de aquí de Jerusalén y recuerdo que entonces, tras aquella conversación, tardé varios días en hacer la digestión mental de lo escandalizada que me dejó.

La tragedia de la pobre Sanaa, esta chica de 18 años, hace que vuelvan a mi cabeza las últimas frases de mi amigo E., de 25 años. "Si mi hermana hiciera algo que deshonrara a mi familia, como escaparse con su novio o algo así, no dudaría en matarla, aunque la quiera mucho". Ni qué decir tiene que aquella conversación no acabó en buenos términos, sobre todo por el chasco que me llevé al ver que mi amigo árabe de ideas más liberales era capaz de soltar tales barbaridades completamente en serio.

Pero desilusiones a parte, recuerdo que aquel día fue un punto de inflexión. Sobre todo cuando el amigo de E., que también estaba allí en ese momento, y que está casado y con hijos, abrió la boca para decir lo siguiente: "Lo mismo haría yo si mis hijas tuvieran un comportamiento que yo no aprobara".
Se me cayó el alma a los pies. No es lo mismo que la gente te hable de tales costumbres estando en el salón de tu casa tranquilamente viendo la televisión y comentando que qué cosas pasan en el mundo, a que te lo diga alguien a quien conoces, aprecias y has visto relacionarse con su entorno con total normalidad.
Y aquí es donde se hizo la luz, al ver que no se puede subestimar la cultura a la que uno pertenece, porque quieras o no siempre va a marcar la pauta de la concepción del mundo que se tenga. Diferentes culturas no significa que deba haber barreras entre ellas, no. Seguiremos siendo amigos, por supuesto. Pero cuando he leído el periódico esta tarde y he constatado que la noticia que tanto ha conmocionado a Italia a mi ni siquiera me ha sorprendido, eso me ha hecho pensar. El tema de aplicar las costumbres de uno, en países que no son los de uno, eso sí que es un problema y grande al que vamos a acabar teniendo que enfrentarnos en Europa dentro de poco.

viernes, 18 de septiembre de 2009

ראש השנה AÑO NUEVO

Año 5770. Para ellos el Mesías aún no ha llegado. Los herederos de aquellos hombres que pasaron a la historia por ser los primeros monoteístas todavía esperan ansiosos. Pero no importa porque la promesa que Yahvé hizo a Abraham desafía el paso del tiempo.

"Te haré fecundo sobremanera, te convertiré en pueblos y reyes saldrán de ti. Estableceré mi alianza entre nosotros dos, y también con tu descendencia, de generación en generación: una alianza eterna, de ser yo tu Dios y el de tu posteridad."
Génesis 17, 6-8


Y es precisamente esa posteridad, que hoy representan alrededor de 13 millones de personas, la que 5770 años después de esta promesa, sigue aguardando esperanzada. Hoy empieza el nuevo año para el pueblo judío. A ver si hay suerte. שנה טובה

domingo, 6 de septiembre de 2009

Eres cristiana? Nos ayudas?

- Perdona, pero he visto que llevas una cruz en el cuello, así que no debes ser judía. Eres cristiana? Nos ayudas?
Mi amiga S. se queda parada delante de la mujer que acuna un bebé en los brazos y le mira sin comprender. La mujer, de pie a la entrada de una casa, vuelve a mirar el pequeño crucifijo y le repite la pregunta. Nos ayudas? S. no habla hebreo, es árabe cristiana, y está perpleja porque no acaba de comprender lo que pasa.
- Sí somos cristianas, necesitáis algo?- le pregunto.
-Sí, ayuda con la electricidad, espera un momento- me dice y se pone a hablar con otra mujer que esperaba a lo alto de la escalera, con otro bebé en los brazos y por lo menos conté 4 niñas pequeñas alrededor.
Le explica que nosotras podemos ayudarle porque no somos judías y parece acceder.
Llevan la cabeza tapada con pashminas anudadas en forma de moño bajo así que son judías religiosas.
Sumo dos y dos. Estamos en Shabbat, así que ellas no pueden hacer mucho más que descansar, leer y pasear. Nada de crear energía, eso incluye encender y apagar cualquier aparato eléctrico, usar el teléfono, ordenador, coche..etc. Me despido de mi amiga, todavía con los ojos como platos y le explico que necesitan ayuda y que ya me quedo yo.
- Estás segura de que no eres judía?- me pregunta la mujer de la calle.
- Sí, soy cristiana así que no se preocupe- le contesto.
Me abre la valla de fuera y me señala las escaleras, arriba me espera la otra mujer. La sigo dentro de la casa. Más niños pequeños correteando. Atravesamos un pasillo tras el que la mujer se para y me señala el panel de electricidad. Entonces comprendo, se les habían saltado los plomos. La casa entera está a oscuras, no puedo evitar pensar en la de tiempo que llevarán así, sin luz. Seguramente toda la tarde.

Normalmente, ya desde el viernes antes de que empiece el shabbat, los religiosos dejan las luces encendidas de la casa para no tener que tocar nada hasta que se acabe el día de descanso. A esta mujer se le había ido la luz y no podía volver a encenderla ni ella ni sus hijos porque violarían una de las normas del Shabbat y eso ni se contempla.

Empiezo a señalar interruptores para ver cuál quiere que suba. Uno tras otro me va negando con la cabeza hasta que doy con el indicado. Asiente con cara de alivio. Lo enciendo y vuelve la luz a la casa. Gracias, me sonríe.

sábado, 4 de julio de 2009

La Guerra del Shabbat continúa

Foto tomada de Ynetnews.com/ Haredim durante las manifestaciones en Jerusalén

4 de Julio de 2009

Llego a la ciudad antigua, cando mi bici a la farola de siempre y mientras apago la música de mi MP3 empiezo a escuchar gritos de hombres, "Shabbat, shabbat, shabbat!!!!". Me giro y veo a varias decenas de Haredim (Ultraortodoxos judíos) asomados a la barandilla que hay enfrente de la puerta de Jaffa, una de las siete puertas de la ciudad vieja. Todos miran hacia abajo, de dónde llegan los gritos. Me uno a la multitud y cuál es mi sorpresa cuando veo en la acera de debajo, a la entrada de un Parking, a un grupo de Haredim enfurecidos, a voz en grito y rodeados de policías. Estos últimos formando una cadena contienen al grupo de ultraortodoxos judíos. De repente, vemos como un coche que se acerca para entrar en el parking. En ese momento, los hombres empiezan a gritar todavía más fuerte y a empujar a los policías para intentar golpear el coche que está entrando en el parking.
Entonces comprendo por fin, la guerra del Shabbat continúa. Hace ya casi un mes que el alcalde de Jerusalén decidió dejar abierto un parking público durante las horas del Shabbat, desatando así un caos completo en la ciudad entre Ultraortodoxos y fuerzas de seguridad. Desde que se aprobó esta medida, los encontronazos violentos no han cesado.

"Están dejando abierto un parking en shabbat en medio de la ciudad más religiosa del mundo, y el parking está entre Mea Shearim (barrio ultraortodoxo judío) y la ciudad antigua, donde está el muro de las lamentaciones. Esto no está bien", me explica completamente exasperado un chico también judío religioso que presencia la escena a mi lado. Le pregunto por qué no baja abajo a unirse al resto de Haredim protestando. "No, no. Es peligroso, te puede golpear la policía". Y no le falta razón, la semana pasada los periódicos locales no hablaban de otra cosa, las manifestaciones violentas dejaron varios heridos en los dos lados, tanto policías y periodistas como ultraortodoxos que protestaban.

Otro judío, que contempla lo que ocurre indignado, me explica que los ultraortodoxos quieren hacer una muestra de fuerza y presencia con estas protestas. "No tienen suficiente con la situación normal en Jerusalén, necesitan más acción", dice con sarcasmo.
El tema se ha convertido en un quebradero de cabeza y por supuesto, en portada de los diarios nacionales. En Ynet, diario por internet, lo contaban así:

"Thousands of haredim hit Jerusalem's streets Saturday to violently protest against the decision to open a disputed parking lot on Shabbat. Demonstrators repeatedly attempted to lie down on the main road leading to the Karta parking lot. The Orthodox rioters were directing harsh derogatory terms at security officers, including "Nazis" and "anti-Semites".
Some protestors yelled at police: "We overcame the Nazis, and we shall overcome you too," while others chanted "you will burn in hell; the haredim will stick around."


La situación con los ultraortodoxos en Israel es bastante delicada de por sí. El tema de los parkings operativos en shabbat no hecho más que avivar un conflicto que siempre ha estado ahí. La cuestión religiosa/secular.

Ya volviendo a mi casa por la noche, paso por un barrio ultraortodoxo. Las calles llenas de objetos por el suelo, basura, bolsas en llamas en medio de la carretera y todo el vecindario en la calle, niños, padres y jóvenes. Hay policía en la entrada y en la salida de las calles principales. Me paro un momento y pregunto a un grupo de niñas ultraortodoxas. Son unas doce chicas de entre trece y catorce años, no más. "Manifestación", me dicen al unísono y señalan todos los objetos esparcidos por la carretera.
Pues sí que ha sido un Shabbat movidito otra vez.

Benedicto XVI en Tierra Santa

Mayo 2009


Corto pero intenso. Así definiría el viaje del Papa a Tierra Santa. Hace mucho que tenía este post preparado para subirlo al blog pero hasta hoy no ha sido posible. No importa, la experiencia fue tan apasionante que merece la pena escucharla aunque haya pasado el tiempo.
Como dije, los días previos a la llegada de Benedicto XVI arreciaron las críticas sin fundamento. Pero durante esos 4 días en Jerusalén, Belén y Nazareth, se respiró un aire especial. Tuve la gran suerte de poder estar en las tres celebraciones y solamente puedo decir que el ambiente estuvo cargado de alegría, esperanza y mucha ilusión, sobre todo por parte de los árabes, que no pararon de repetirme lo orgullosos que se sentían de tener al Papa en su tierra.
Ver a israelís, palestinos, europeos, asiáticos, americanos y australianos compartir la misma alegría, unidos en la Fe en Tierra Santa, no tiene precio.

"¿Cómo crees que puede esta visita de Su Santidad cambiar la situación en Palestina?", me preguntaba una periodista durante la misa en frente de Getsemaní, en Jerusalén. Si esperan cambios inmediatos y políticos en 4 días, que sigan esperando, porque el Papa no viene a Tierra Santa con una varita mágica para hacerles a todos firmar un acuerdo de Paz. Benedicto XVI vino como mensajero de paz, Paz con mayúscula, la paz de Dios, la paz interior. Trajo el mensaje de Amor de los cristianos y punto. Los cambios que este mensaje produce van por dentro, llegan al corazón de la gente. Y que queréis que os diga, no puede haber uno sin el otro. Esa esperanza, ese sosiego que transmite el mensaje cristiano es exactamente de lo que me hablaban las familias árabes cristianas que se sentaron a mi lado en la misa de Jerusalén y en la de Nazareth. Escuchar y ver al Papa tan de cerca dirigirse a los cristianos de Tierra Santa, animarles a abrazar la cultura del perdón y asegurarles que reza por todos ellos, es algo que les llenó de alegría. Las familias que tenía alrededor no podían estar más contentas.

A otro nivel, el Papa se reunió con todos los líderes religiosos en Jerusalén, en una conferencia sin precedentes. Vimos los videos que se publicaron después en el que Benedicto XVI sosteniendo a un lado la mano del líder religioso judío y en la otra al líder religioso musulmán sonreía al compás de la canción que dice Shalom, Salam (paz en hebreo y árabe) que empezaron a cantar los demás líderes religiosos de la sala.
Una amiga que trabaja en una organización no gubernamental por la paz, me dijo muy seria que era la primera vez que veía tal cosa. "Llevamos mucho tiempo intentando que esos dos líderes religiosos (judío y musulmán) se reúnan y hablen juntos pero ha sido imposible", me comentaba contenta de ver cómo la presencia del Papa había convertido lo imposible en historia.

lunes, 11 de mayo de 2009

Criticar por criticar no lleva a ningún lado

El Papa está aquí, en Tierra Santa desde este mediodía. Osea, ni 24 horas en suelo israelí y ya le han llovido críticas de unos y otros. Bravo. Bravo por toda esa gente que se dedica a criticar por criticar, porque os juro que llevo todo el día siguiendo los movimientos del Papa, bien en los medios nacionales e internacionales o bien, yendo a recibirle aquí al lado de donde vivo que es donde ha aterrizado su helicóptero, y el Santo Padre no ha hecho otra cosa que dedicarse a los demás. Yo cada vez que abro un periódico y veo cómo todos están analizando con lupa cada coma y cada punto de los discursos del Papa, para que en el menor descuido le den la vuelta a lo que ha dicho...vamos, qué bajeza y qué ignorancia.
Parece mentira que estando en Tierra Santa, la ironía sea que venga aquí el sucesor de San Pedro lleno de esperanza y deseo de reconciliación y lo reciban así, criticando cada movimiento. Llevo todo el día oyendo a israelíes quejándose de que las calles se han cortado, el tráfico se ha interrumpido...blablabla. Mira, llevo aquí casi un año ya y vamos, os aseguro que cada Shabbat se colapsa todo tanto o más, lo mismo que cada vez que hay que reforzar la seguridad por líederes políticos. Y si por una vez que viene el Papa, que precisamente está evitando involucrarse en política y centrándose en hacer sus discursos basados en defender los valores esenciales de las personas, le van a criticar así, pues es que ya son ganas de tocar las pelotas.
Que si va a ir a visitar el Campo de Refugiados de Aida mañana, y entonces a Israel le parece fatal. O que si no condena públicamente los ataques a Gaza, entonces a los Palestinos les parece una ofensa tremenda.
Lo primero que ha dicho al pisar suelo Israelí ha sido condenar el anti semitismo de forma clarísima y rotunda. Bien, ya ha habido algunos a los que no les ha parecido suficiente y solo sacan la conclusión de que el Papa alemán Nazi por aquí y el Papa por allá.
Lo segundo, tras el discurso que ha dado en Yad Vashem, en el que ha reiterado que no se puede negar el Holocausto, a mí me ha quedado muy clara la intención del Papa, reconciliación con los judíos, a quienes respeta. Ok, pues transcribo aquí unas frases del discurso. "May the names of the victims never perish and may their suffering never be denied, belittled or forgotten". "May all the people of goodwill remain vigilant in rooting out from the heart of man anything that could lead to tragedies such as this". Ha quedado claro, ¿no? Que le parece una atrocidad y que no se puede negar el Holocausto y que no podemos dejar que vuelva a pasar. Bien, pues todavía un rabino estupendo ha declarado que claro, que el Papa no ha mostrado ninguna intención de pedir perdón, me pregunto yo por qué cosa debería pedir perdón, si ya lo hizo Juan Pablo II cuando vino en el 2000 y aún así. Y es que lo voy a copiar aquí (la fuente es el diario nacional haaretz.com) porque es digno de ser leído:

The Chairman of Yad Vashem council, Rabbi Yisrael Meir Lau, expressed disappointment at the pope's speech, saying that "there certainly was no apology expressed here." The German-born pope made a moving speech, he said, but added: "Something was missing. There was no mention of the Germans or the Nazis who participated in the butchery, nor a word of regret." Nor was there an "expression of empathy with the sorrow." Lau also criticized the pope for not specifically saying six million Jews were killed.

Este mismo rabino Yisrael Meir Lau, ha dicho que bueno, que no es lo mismo la palabra "matar" que "asesinar" en referencia al discurso del Papa en Yad Vashem, el Museo del Holocausto. Lo vuelvo a copiar, esta vez de Al-Jazeera:

Rabbi Israel Meir Lau, chairman of Yad Vashem's board of directors and a former chief rabbi of Israel, said he found the speech lacking.There is a clear difference between 'killed' and 'murdered. There is a difference between saying millions in the Holocaust and saying six million. The word six was not said,'' he told Israel TV.

Again, el Papa solamente haciendo esfuerzos por la reconciliación y por intentar construir la Paz con base en lo que tenemos en común las tres religiones monoteístas en Jerusalén y no en lo que nos diferencia, y nada, algunos sectores de la sociedad judía buscándole 5 pies al gato. Que así sí que llegaremos a algún lado, no?

Y bueno, ya el colmo ha sido esta tarde, durante la reunión con los distintos líderes religiosos, cuando el Sheikh Taysir al-Tamimi, líder religioso palestino, interrumpió el duiscurso del Papa para denunciar al Estado de Israel por sus crímenes. Este párrafo está sacado del haaretz.com, de nuevo y son las palabras del Sheikh:

"Israel destroyed our home, exiled our people, built settlements, ruined the Muslim holy sites, and slaughtered women, children and senior citizens in Gaza". Addressing the pope at the end of his six-minute address, he said: "Your Holiness, I call on you in the name of the one God, to condemn these crimes and press the Israeli government to halt its aggression against the Palestinian people."

Vamos, que si se mete en política, horror, se ha metido en política. Y si no lo hace, horror, hay que criticarle porque no está criticando demasiado. Pero es que lo que la gente no entiende es que la única base sobre la que se puede construir una Tierra Santa en paz es sobre la cultura del perdón. Tanto unos como otros. Y el Papa solamente intenta dar ejemplo y explicar esta realidad, que solamente mediante la reconciliación se puede aguardar esperanza de futuro.

Menos mal que mañana es la misa con el Papa en Getsemaní y se esperan alrededor de 5000 personas venidas de todas partes. Muchos desde España, al parecer. Así que será la ocasión perfecta para experimentar y vivir el mensaje del Papa y a toda la Comunidad Cristiana de Tierra Santa apoyándole.

domingo, 10 de mayo de 2009

Military Ceremony





El otro día estuve en una ceremonia militar en la plaza del Muro de las Lamentaciones. La verdad es que acabé yendo de casualidad, una amiga israelí tiene un amigo que está ahora en el ejército y me pidió que la acompañara. Cuando atravesábamos el barrio judío de la Ciudad Antigua, siguiendo la marea de gente ya llegando a la explanada del Muro, recuerdo que pensé que bueno, que me apetecía quedarme a ver la ceremonia pero que fijo que no era para tanto. Que poco sabía lo mucho que me iba a afectar.
En Israel ir al ejército no es una opción, es una obligación. Es una experiencia que forma parte de tu vida sí o sí. En cuanto cumplen los 18 y terminan el colegio, les llaman a filas y nada, a cumplir con su deber. Para los hombres son 3 años de servicio y para las mujeres son 2 años. Aunque luego siguen yendo varias veces al año para refrescar y por supuesto, cada vez que hay guerra, miles de estudiantes universitarios aparcan los libros y sacan el uniforme. Es algo que forma parte de la identidad israelí. De hecho más de una vez he presenciado conversaciones en las que después del ¿cómo te llamas? y ¿de dónde eres? le sigue la pregunta del millón, ¿dónde servías durante tu tiempo en el ejército?
Muy por delante del ¿qué estudias? típico de los paises occidentales, en Israel preguntan por lo que hicieron mientras cumplían el servicio militar.
Cuando por fin entramos en la explanada del Muro de las Lamentaciones, allí no cabía un alfiler. Solemnidad, alegría, orgullo, expectación, juventud, y quizás, ¿miedo? Una mezcla de sentimientos flotaba en el ambiente ya de por sí cargado de emoción. Varias decenas de soldados en formación juran esta noche lealtad a su país y empiezan el servicio militar. Se oyen canciones y gente hablando a gritos al mismo tiempo que una voz de hombre explica por un megáfono cómo va a transcurrir la ceremonia. Comienza el acto y se hace el silencio inmediatamente. Se leen varios textos de la Biblia, algún discurso de un alto mando militar y al fin, el juramento. "Por la justicia,(...) defender mi país (...) sacrificar mi vida". Estas tres frases hacen que se me hiele la sangre. ¿Cuántos de estos chicos sobrevivirán la próxima guerra? No puedo evitar hacerme esta pregunta mientras, subida en una silla, escaneo con la mirada a todos esos soldados llenos de ganas e ilusión por servir a su país, por defender a sus familias. Porque me doy cuenta de que en Israel, cuando juran lealtad y servicio a su país "sacrificando su vida", realmente estamos hablando de eso. Llevan en guerra 61 años, desde su creación, así que la posibilidad de morir durante una Operación Militar es bastante alta. Mientras les veo acercarse uno por uno a recibir su metralleta y su Biblia, recuerdo las palabras del discurso del rabino hace pocos minutos, cuando decía que la historia del pueblo de Israel está ligada a la defensa militar y que los Grandes de la Torá no sólo fueron hombres de Dios sino que también fueron grandes líderes militares. De fondo, salmos cantados, y a mi lado, una madre que no puede contener el llanto me comenta que se siente muy orgullosa de su hijo.